Los invitamos a revisar el catálogo nº 21 de la exposición «Diario» de Jorge Brantmayer. En la muestra DIARIO se exhiben por primera vez al público una parte de las fotografías más íntimas del autor, son literalmente ejercicios de ensayo y error, sin un destino determinado y motivados, muchas veces, por instinto y pulsión. Hay algo de acto reflejo en cada imagen que compone la muestra. Las fotos tienen una cierta indeterminación atmosférica, que se suma a la distancia temporal que hay entre una y otra toma, evidenciando así la insistencia de Brantmayer por la pose y los estereotipos. Si uno mira atentamente cada imagen, puede distinguir evidentes relaciones visuales operando allí: el imaginario de Francis Bacon, las acciones con el cuerpo y la mancha de Yvés Klein o Gunter Brus, los dripping’s de Jackson Pollock o el trabajo con Ketchup y pintura de Paul Mccarthy.
En algunas fotos es posible ver autorretratos donde el sujeto posa con diversos modelos, como en la serie Entre el sexo y el hambre de 1982, o en otras donde se ve vulnerado y atacado por chorros y manchas de pintura. Bodegones, escenas y modelos son captados justo en el instante donde el roce, la fricción y el choque de materialidades produce una extrañeza llena de interrogantes visuales que buscan sentido. Los detalles y las texturas del escenario y la escenografía muestran la preocupación de un imaginario híbrido entre realidad, inconciente y cita pictórica.